Pequeña Bellomer

No soy una persona que suele escribir sobre si misma, sino más sobre mis sentimientos, pero por una vez haré una excepción. Me llamo María Cano Fernández. Soy española, nací en Madrid, en el hospital La Paz, y por así decirlo, soy madrileña. Aunque mi sangre a veces lo niega. No es que no me guste ser de Madrid, de hecho me encanta. Es simplemente que mi familia por parte de padre es de Santander y por parte de madre de Toledo. Si, tengo una mezcla de sangre rara que en definitiva para mí, es madrileña. Pero eso es sólo el principio. Nací el día de la madre, el primer domingo de mayo, concretamente el 3 de mayo de 1998. Una fecha bonita ¿verdad? Pues a medida que ha ido pasando mi vida he descubierto que las hay mejores. Como el 27 de Marzo de 2012, el día de mi primer beso; o el 11 de octubre de 2013, cuando me hice amiga de Marcos. Mi Marcos, del que tengo que contar tantas cosas. Pero para todo esto, hay que esperar, y seguir leyendo este blog. Dejemos a un lado los números, vayamos a la parte física. Soy morena, últimamente castaña con el pelo largo. Pequeña, bueno eso, o que todo lo demás es muy grande. Mis ojos si te dijera que son como el carbón me llamarías cursi, pero al mirarme verás que llevo razón. Mis labios, muy finos. Los típicos que no saben disimular una sonrisa, pero a veces raídos por una de mis manías, una de mis muchas manías, morderlos. Y qué más. Me encanta la pizza, y el cine, las películas de miedo, o de amor. Que me gusta cantar pero malas no es la palabra con la que describen mis canciones.. Más bien es un "tía María desafinas" y cuánta razón, por que lo hago. Pero me da igual, me gusta y es lo único que importa en esos momentos. Como cuando juego al fútbol. Oficialmente sólo he jugado una vez, pero de verdad. Hasta metí un gol. Quedamos segundas pero esas horas que pasamos juntas nos unieron. Yo era portera, sin deportivas, asique tenía que apañarme las para que me dejarán algunas. Y me daba igual si iba como un payaso o un elefante, al final jugué y no cambiaría por nada del mundo esa sensación que tuve cuando estaba entre los palos. Lo volvería a vivir, una y otra vez. Fue uno de esos momentos que marcan y no se olvidan nunca, de esos momentos debería vivir el pasado. Lo dicho, el fútbol me encanta. Pero no es lo único. La fórmula 1, ver ganar a tu ídolo y que el corazón te valla a treintacientos por segundo es genial, indescriptible. Pero dejemos mis gustos. En cuanto a personalidad soy una persona bastante crítica, lo reconozco, siempre tengo una opinión y es o buena o mala y no doy puerta a más. Pero también soy bastante sociable y comprensiva, y aunque a veces cabezota suelo darle de lado a mi orgullo, sobre todo si tengo que pedir perdón. Soy muy expresiva, yo diría que demasiado. Podrías saber si me ocurre algo con cada gesto que hago, y son muchos. También soy caprichosa, si quiero algo lucho por ello hasta que lo tengo. Vivo completamente metida en una sueño porque me ilusiono rápido, y eso me lleva a hacer locuras, o a decirlas, pero que sería un mundo sin ilusión, sin locuras o estupideces, sería vida sin vivir en ella. Reconozco que era muy sensible, que los daños me han hecho crecer y no tanto en lo personal, también soy mejor persona. Pero no sólo los daños me han ayudado a reponerme, también han estado mis amigos, cada uno a su manera ha ido poniendo su granito de arena en mi vida para hacerla un poquito mejor. Y mis mejores amigos que no sólo pusieron su granito de arena, sino también su corazón. Sobre todo mi novio, brml, Sergio, Alex y muchos más, que sería sin ellos.. No sé, pero no sería yo.